Por Periodista 23
La llama se apagó este domingo en el estadio Olímpico de Londres, clausurando los XXX Juegos de la era moderna, en una ceremonia que puso punto final al gran evento deportivo y que sirvió para entregar el testigo al próximo anfitrión, Rio de Janeiro en 2016.
El momento del apagado de la llama se produjo instantes antes de la medianoche local (23H00 GMT).
El fuego olímpico, traído como marca la tradición desde Grecia, cuna del Olimpismo, había recorrido Gran Bretaña e Irlanda en las semanas previas al evento y desde el 27 de julio, fecha de la ceremonia inaugural, alumbraba simbólicamente la competición deportiva más importante del mundo.
El encendido y apagado de la llama es uno de los momentos más simbólicos de cada edición olímpica.
En esta ocasión, el fuego se había encendido en la apertura mediante un grupo de jóvenes que habían encendido decenas de pequeñas antorchas que se fueron elevando en posición vertical hasta conformar un único fuego, después de que el remero británico Steve Redgrave, cinco veces campeón olímpico, tuviera el honor de entrar con la llama en el estadio.
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