sábado, 25 de junio de 2011

¿Quienes son los pendejos?

Por: Ramón Perdomo

pendejo.(Del lat. *pectinicŭlus; de pecten, -ĭnis, pubis). 1. m. Pelo que nace en el pubis y en las ingles. 2. m. coloq. Hombre cobarde y pusilánime. 3. m. coloq. Hombre tonto, estúpido.

mojón1.(Del lat. hisp. *mutŭlo, -ōnis, de mutŭlus). 1. m. Señal permanente que se pone para fijar los linderos de heredades, términos y fronteras. 2. m. Señal que se coloca en despoblado para que sirva de guía. 3. m. Chito o tanga en que se pone el dinero, y al que se tira jugando. 4. m. Porción compacta de excremento humano que se expele de una vez.

Las dos definiciones que aparecen en los párrafos anteriores, fueron extraídas de la vigesimosegunda edición del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua y en ellas queda expresa la diferencia entre un Pendejo y un Mojón, dos expresiones muy usadas en la República Dominicana con énfasis en las calles en donde hay un buen tránsito de vehículos de motor.

Pues me encontré, con que los que transitamos en las calles, ya sea a pie o guiando un vehículo, y que nos detenemos cuando la luz roja del semáforo está frente a nosotros, somos los pendejos. Los que no violamos a ninguna hora del dia la luz roja del semáforo, somos los pendejos, los que no violamos las señales de tránsito y no manejamos en vía contraria por nuestras calles, somos los pendejos.

Los que nos colocamos el cinturón de seguridad como ordenan las leyes de tránsito, somos los pendejos. Los que ponemos las luces direccionales cuando vamos a doblar una esquina, somos los pendejos. Los que siendo periodistas y atienden a una llamada de parada de un agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) y le mostramos la licencia de conducir, el seguro y la matricula del vehículo, somos los pendejos.

Los que transitamos en horas de la noche con todas las luces delanteras y traseras reglamentarias, nos consideran los pendejos. Los que andamos con el botiquín en el vehículo como indican las leyes de tránsito, somos los pendejos. Los que nos detenemos para darle paso a una persona que va a cruzar la calle, somos los pendejos.

Los que no estamos políticamente identificados con ninguno de los partidos tradicionales y otras hierbas aromáticas, somos los pendejos. Los que hacen fila debidamente en una oficina publica para buscar de algún servicio, somos los pendejos. Los que no le cogemos las dádivas a los políticos de turno, somos indudablemente los pendejos.

Los que ayudamos a una anciana a cruzar una calle o a un niño o a un anciano, somos los pendejos. Los que no tiramos desperdicios o basura en las aceras y en las calles, somos los pendejos. Los que no nos robamos la energía eléctrica, somos los pendejos.

Por lo que hay que convencerse que los que hacen todo lo contrario a lo que hacemos los pendejos son los más, en cambio no somos pedazos de mojones. Porque a nosotros, los pendejos, no nos dan dádivas los políticos, nosotros los pendejos no vendemos nuestros votos, nosotros los pendejos no vivimos para que nos den una fundita llena de porquerías a lo que le llaman productos de primera necesidad. A nosotros los pendejos no nos dan una tarjetita para comprarnos la conciencia.

En fin, este es un país en donde el que sale de un empleo público sin una casa o algunos lujos es un pendejo. El oficial o soldado miembro de uno de los institutos castrense, “que no se busca lo suyo por la izquierda” es un pendejo.

El agente de la policía recluta, raso, sub-oficial u oficial que no “pica por detrás” es un pendejo. Y es que aquí los que no son pendejo son los que hacen las cosas por la vía de lo ilegal, porque desde arriba, desde las esferas del poder tanto del sector público como el privado, el que cumple con las normas, leyes y reglas de la sociedad es un pendejo, porque aquí no importa como usted consiga las cosas, lo importante es tenerla y ostentar con ella.

Los que no tenemos nada, más que el deseo de ser buenos ciudadanos, nos consideran definitivamente unos pendejos. Ojalá y un dia, una parte de esa mayoría que no es de los pendejos, se sume a nosotros y en verdad construyamos una sociedad de pendejos, pero no de mojones.

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