HATO MAYOR.- Porque le aplicaron una medida de tres meses de prisión como medida de coerción por supuestamente vender drogas, un joven rompió a patadas y trompadas un baño y los cristales delantero de la sala de audiencia del tribunal de la Instrucción en el palacio de justicia de Hato Mayor. La acción del reo provocó pánico y un corre en el palacio de justicia.
Gabriel Mota reaccionó de esa forma al saber de la decisión de la juez Francis Reyes Diloné y conocer que purgará la pena en la cárcel pública de El Seibo, donde ningún preso quiere que lo manden por el hacinamiento y la sobrepoblación existente.
“Yo soy ladrón, pero nunca he bregado con drogas, eso fue la gente de la DNCD que me la puso, para decir que están trabajando, cuando los vendedores le pagan a ellos”, vociferó en medio de gritos y llantos por no ir a El Seibo preso.
Al romper los cristales, recibió heridas cortantes en las manos.
Atahualpa Yucet Brito de Salas, representó al ministerio público y pidió prisión preventiva contra Gabriel, petición que fue acogida por la juez Francis Reyes Diloné.
Las personas que son procesadas judicialmente en Hato Mayor reniegan ser llevado a la cárcel pública de El Seibo, porque aparte del hacinamiento y la sobrepoblación, la comida es mala y golpean constantemente a los presos que no se someten a la obediencia del gobierno del penal, que representa el probot del centro de reclusión, perteneciente al viejo régimen penitenciario.
Belkis Mota, madre del joven apresado negó que su hijo venda drogas, pero reconoció que le gusta robar.
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