Por Periodista 23.
SAN PEDRO DE MACORIS. Las filiales de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en diferentes provincias del Este acordaron no participar en marchas a favor de empresa alguna en conflicto con otra.
José Rafael Ureña dijo que esas filiales solo intervendrán en situaciones que vulneren los derechos de los ciudadanos, pero no en conflictos entre empresas, sobre todo si tienen conflictos comerciales.
Ureña, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en La Romana hizo el anunció durante un encuentro efectuado en un restaurant de esta ciudad.
En el mismo participaron representantes de filiales ubicadas en La Ceiba y Juanillo, Bávaro y Verón de la provincia La Altagracia, además de La Romana y Hato Mayor, al igual que de San Pedro de Macorís.
Exhortó a los representantes de esas entidades a evitar ser confundidos por los intereses particulares de empresas.
Argumentó que el papel fundamental de esa organización es velar porque no se violen los derechos humanos de las personas.
La decisión se produjo luego de una propuesta que en ese sentido le hicieran el Presidente de la Federación Dominicana de Colonos Azucareros (FEDOCA), Bernardo Díaz y Juan Morales, ex senador de Hato Mayor.
Díaz favoreció que esos problemas entre arrendatarios de tierras y representantes de empresas deben ser tratados entre ellos mismos, en un arbitraje o en los tribunales de la República.
El también miembro del Consejo de Directores del CEA dijo que cada contrato de arrendamiento de terrenos de esa institución es sumamente específico sobre la cantidad de tierras que involucra y su ubicación.
También establecen las obligaciones de cada arrendatario indicando que si cada empresa respeta lo establecido en su contrato, no deberían surgir conflictos entre los arrendatarios.
Por su parte, Morales exhortó a los representantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a no dejarse confundir por quienes pidan apoyo en sus manifestaciones sin conocer el verdadero orden del conflicto.
Afirmo que instituciones como esas deben ser cuidadosas cuando la invitación a respaldar una causa que escapa de su ámbito, ya que desvirtúan sus propósitos.
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