Por Raffy BenitezSanto Domingo:- El ADNmt de la población dominicana contiene muestras directas de antepasados indígenas y de las rutas migratorias geográficas que dieron origen a los primeros asentamientos humanos precolombinos en la isla Hispaniola.
La revelación está contenida en un estudio del investigador puertorriqueño Juan Carlos Martínez-Cruzado, quien examinó la información genética en la sangre de núcleos dominicanos importantes para determinar la supervivencia de ascendencias taínas o indígenas.
Ese estudio, que se extendió por ocho años, permite establecer el “árbol genealógico” de la herencia taína con la población actual y contrapone la posición académico-histórica tradicional que sostiene la extinción biológica y cultural de nuestros ancestros indígenas.
Los detalles de la investigación fueron expuestos por Martínez-Cruzado en la conferencia “ADNmt en la población dominicana” que dictó con los auspicios de la Universidad Central del Este (UCE), dentro de la celebración del 40 aniversario de la fundación de la alta casa de estudios.
Dijo que esa investigación también permite plantear una identidad propia caribeña que persiste desde su origen hasta el presente, y establece la relación de los taínos de Quisqueya con los de Borinquen y otras islas.
Martínez-Cruzado es catedrático del Departamento de la Universidad de Puerto Rico y dirigió un proyecto científico en las islas del Caribe orientado a determinar la distribución geográfica y la descendencia indígenas en la población del Caribe y las rutas migratorias continentales que dieron origen a los primeros asentamientos humanos en estas islas.
El académico lleva más de diez años realizando estudios de ADN mitocondrial en poblaciones contemporáneas y también forma parte del grupo internacional de investigadores que realizó el proyecto “Los mil genomas” a nivel mundial, para crear un vínculo del genoma humano.
Previo a su disertación fue presentado por Fermín Mercedes de la Cruz, catedrático de la UCE. La actividad se realizó en el salón de conferencias del Centro Médico UCE con el apoyo del Consejo Nacional de Bioética en Salud, la Fundación Nacional de Ciencias y el Museo Arqueológico Regional Altos de Chavón.
La revelación está contenida en un estudio del investigador puertorriqueño Juan Carlos Martínez-Cruzado, quien examinó la información genética en la sangre de núcleos dominicanos importantes para determinar la supervivencia de ascendencias taínas o indígenas.
Ese estudio, que se extendió por ocho años, permite establecer el “árbol genealógico” de la herencia taína con la población actual y contrapone la posición académico-histórica tradicional que sostiene la extinción biológica y cultural de nuestros ancestros indígenas.
Los detalles de la investigación fueron expuestos por Martínez-Cruzado en la conferencia “ADNmt en la población dominicana” que dictó con los auspicios de la Universidad Central del Este (UCE), dentro de la celebración del 40 aniversario de la fundación de la alta casa de estudios.
Dijo que esa investigación también permite plantear una identidad propia caribeña que persiste desde su origen hasta el presente, y establece la relación de los taínos de Quisqueya con los de Borinquen y otras islas.
Martínez-Cruzado es catedrático del Departamento de la Universidad de Puerto Rico y dirigió un proyecto científico en las islas del Caribe orientado a determinar la distribución geográfica y la descendencia indígenas en la población del Caribe y las rutas migratorias continentales que dieron origen a los primeros asentamientos humanos en estas islas.
El académico lleva más de diez años realizando estudios de ADN mitocondrial en poblaciones contemporáneas y también forma parte del grupo internacional de investigadores que realizó el proyecto “Los mil genomas” a nivel mundial, para crear un vínculo del genoma humano.
Previo a su disertación fue presentado por Fermín Mercedes de la Cruz, catedrático de la UCE. La actividad se realizó en el salón de conferencias del Centro Médico UCE con el apoyo del Consejo Nacional de Bioética en Salud, la Fundación Nacional de Ciencias y el Museo Arqueológico Regional Altos de Chavón.
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