martes, 7 de junio de 2016

Dembow, Hip Hop, Regguetón, Soberano y escrutinios

Por: Ramón Perdomo

A raíz de terminarse los escrutinios de las pasadas elecciones en nuestro país y conocerse la mayoría de los resultados en todas las provincias y una gran parte de los municipios del territorio dominicano, dije en un escrito anterior que ese certamen, había sido un tollo, esto así por la desorganización y que tenía que ser un tollo porque este país es un tollo, claro si tomamos como dominicanismo la palabra o el fonema tollo, no como está contenido en los diccionarios de la Real Academia de la Lengua Española.

En días más adelante se celebró el certamen El Soberano, premiación que intentan los Cronistas de Arte -o de espectáculos si se quiere- reconocer a los artistas populares y del entretenimiento cada año, este acontecimiento es esperado por muchos porque aparte de ser un espectáculo montado con batintines y timbales, bisuterías y entuertos con marcas comerciales promocionadas hiperbólicamente como líderes, también conlleva posicionamientos en el mercado de los agraciados.

Este espectáculo, lo consideré también un tollo, por la falta de originalidad, improvisación, poca conexión con nuestra realidad y nuestras raíces (por eso el público fue frío), aunque quisieron salvar el mismo con algunas pinceladas de “autoctonismo”, hubo “cualquierisación” desvalorizando nuestro arraigo artístico patentizado por artistas como Juan Luis Guerra, Wilfrido Vargas, Johnny Ventura, Angelita Carrasco, Michel Camilo, José Antonio Molina, Soé Saldaña y otros más. La lista es larga.

Ante estas críticas que no son despiadadas ni especulativas, mucho menos subjetivas –tanto al proceso electoral como a El Soberano-, algunos me respondieron con la frase: “Nuestro vino es amargo, pero es nuestro vino”, y esto me ha llevado a hurgar en las letras universales y tratar de saber quién dijo la frase. Pues lean ahora los que gustan de usar esa frase, también los que no, la misma, dicha de esa manera no existe, por lo que al no existir de esa forma como se dice, se cambia el sentido y el contenido de la original que expresa:   «El vino, de plátano; y si sale agrio ¡es nuestro vino!» y la publicó en un ensayo o articulo el insigne poeta y apóstol cubano José Martí en 1891. ¡Chupe usted y déjeme el cabo!

Como podrá leerse, muchos han sido los que en radio, en televisión, en internet, en medios escritos no electrónicos, han imprimido una amarga tergiversación, muchas veces manipulante y manipuladora de una frase, que viniendo de un pensador político, viniendo de un intelectual, de un patriota y nacionalista, no puede de ninguna manera condicionar a los demás a que “Nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino”, aceptar que somos explotados  y nada más, que somos engañados y nada más, que son corruptos “pero son nuestros corruptos”, que son nuestros mentirosos “pero son nuestros mentirosos”, ahí está la manipulación y por eso se ha tergiversado el gran mensaje de autenticidad que nos quiere dejar en nuestros corazones el insigne padre de la independencia cubana  José Martí.

“El vino, de plátano, y si sale agrio ¡es nuestro vino! Hagamos nuestro vino, aunque sea de plátano y “si es que sale”, léase bien, si es que sale agrio, “¡es nuestro vino!”, pero lo hicimos de plátano, una especie vegetal que identifica nuestra América (y más el Caribe), porque precisamente la frase la plasmó en ese ensayo que tituló: NUESTRA AMERICA. No condiciona esta frase original a la a criticidad, llama a hacer, a ejecutar, pero con nuestra autoctonía, y advierte “si sale agrio”, como una causalidad no como un fin, como expresa la falsa, en el sentido de que “Nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino”, el vino nuestro es amargo, es como destino que nuestro vino sea amargo, o sea “traspolando”: somos corruptos por el destino, somos improvisadores por el destino, somos mentirosos por el destino y la frase original no quiere dejar ese ánimo en el lector.

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