martes, 3 de diciembre de 2013

Por Periodista 23
Empresarios con otra mentalidad, diferentes y nuevos, los encontramos cada vez con más frecuencia en nuestro país. Hijos de emprendedores, estudiaron para ser mejores que sus padres. Y lo son. Se sienten cómodos con Danilo, presidente de la República.
 
En Monte Plata los hay. Compran y procesan leche de vaca. Suplen 56,748 raciones diarias al Programa de Alimentación Escolar (PAE) en 117 escuelas de Monte Plata y Santo Domingo Norte. Alquilaron con opción a compra una industria procesadora de leche en Santo Domingo Norte. La modernizaron. Instalaron dos laboratorios. Están agrupados en la Asociación de Ganaderos de Monte Plata (AGAMPTA). Juan Marcos Roedán es el gerente general de la empresa pasteurizadora.
 
¿Dónde está la diferencia entre muchos empresarios "de ahora con los de antes"? Estos jóvenes y nuevos empresarios entienden que sus suplidores deben ganar bien. Y aunque su poder de mercado se los permitiría, no explotan ni revientan con bajos precios a los pequeñitos productores de leche que tienen 3 y 5 vaquitas. Mientras las empresas pasteurizadoras tradicionales pagan a 14 pesos el litro de leche pura de vaca, ellos pagan a 22 pesos el litro de leche que compran. También pagan cada 15 días. Utilizan el factoring para recoger todas esas facturitas.
 
¿Están animados estos nuevos empresarios por el espíritu de Francisco o de curas franciscanos descalzos? En absoluto. A ellos les interesa ganar dinero, mucho, tanto como puedan…en el tiempo. Ellos han entendido que, en los tiempos actuales, si sus proveedores no prosperan, si están en problemas, tendrán ellos problemas de suministro y peligraría su negocio. La sostenibilidad o durabilidad de la empresa, la permanencia en el mercado, han comprendido, también tiene que ver mucho con el trato a los suplidores. Es otra mentalidad. ¿Qué dicen? Si los suplidores prosperan, se tecnifican, mejoran sus procesos, pueden servir mejores insumos, de mejor calidad.
 
Empresarios diferentes y nuevos que reciben con agrado las políticas del gobierno de Danilo Medina. Hablan el mismo lenguaje. Celebran como propia la afirmación del presidente Medina: "Las empresas sólo pueden vender cuando los ciudadanos pueden comprar".
 
O esta, tan sabia como popular, que encabeza la historia de hoy: Sin campo no hay pueblo.

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