Por Manuel Antonio Vega
HATO MAYOR DEL REY.- Joselo Ramirez, el empleado de hostelería que al mediodía de ayer sabado asesinó por aparente motivos pasionales antes de apuñalarle trató de estrangular y propinó golpes contusos en rostro y cabeza, al parecer tratando de asegurar su muerte, para luego suicidarse él.
Al examinar el cadáver, el legista Santini Calderón Gastón, certificó además heridas de arma blanca, golpes severos en rostro y cabeza.
Al lado del cuerpo de la joven mujer, las autoridades hallaron un cuchillo de cocinas de 12 pulgadas y un tubo de hierro, al parecer utilizado por Joselo Ramírez para arrancarle la vida a su pareja.
Inicialmente la Policía solo informó que Heidi Guerrero, de 22 años sólo había sido agredida a cuchilladas, pero examinado el cadáver se evidenció otra escena que terminaron con la vida de la joven mujer y el posterior suicidio de su verdugo.
Joselo Ramírez, de 37, era empleado de hoteleria en Bávaro y ella empleada de banca de Lotería.
Se dijo que la pareja estuvo en una discoteca de la ciudad de Hato Mayor y que llegaron a la casa discutiendo, aunque nons e explicó por qué.
También se conjetura que JOSELO encontró un mensaje en el celular de Heidi, supuestamente dentro Hombre, lo que lo habría puesto furioso y celoso.
Hay quienes aseguran que JOSELO fue a comprar a un colmado después de asesinar a su pareja y que luego regresó a la casa, donde decidió suicidarse.
La mujer dejó en la orfandad dos hijos de cuatro y seis años, que procreó con otro hombre en su primer matrimonio.
En su informes recogidos por las autoridades del Ministerio Público en el lugar, arrojan que el hombre cometió el crimen cegado por los celos.
La fémina murió, según diagnóstico del médico legista, a causa de un golpe contuso en la cabeza, y por asfixia por estrangulación mecánica y heridas de arma Blanca, la cual deberá ser confirmada por la autopsia que rpracticó al cadáver en el Inacif de San Pedro de Macorís.
En el levantamiento del cadáver, participaron el fiscal de Hato Mayor, Alberto Daniel l Nivar Robles , el médico legista, doctor Santíni Calderón, y miembros del DICRIM
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