San Pedro de Macorís. El rescate del río Higuamo no tiene solución a la vista. La vieja discusión para sanear el más importante pulmón de La Sultana del Este plantea la disyuntiva de enfrentar a las industrias contaminantes y la necesidad de preservar los empleos que generan estos emporios, en una provincia con una tasa de desocupación estimada en un 40%.
En San Pedro de Macorís todos están conscientes del grado de contaminación que provocan los desechos emitidos por las industrias asentadas en la ribera del río Higuamo.
También, todos saben que con esta situación sufren las especies que habitan sus aguas, los barrios levantados en sus cercanías y la vida entera de la otrora provincia paradigma del repunte económico en República Dominicana, pero nadie se atreve a encarar a las industrias que producen pastas y detergentes, cemento, fertilizantes, licores y harina. ¿La razón? Estas empresas generan actualmente unos tres mil empleos de forma directa, sustentados a pesar del descalabro de las actividades económicas en San Pedro de Macorís, principalmente por el declive de la industria azucarera, el turismo y del parque de zona franca industrial.
El comité de rescate del río Higuamo lo integran los sectores organizados y oficiales de San Pedro de Macorís. Las fuerzas representativas de este pueblo explican que la última vez que intentaron adecentar este río se habló de una primera partida de 15 millones de pesos, para iniciar los levantamientos. Sólo recibieron 500 mil y el tema cayó en el olvido.
Antes de entrar en detalles sobre el impacto ambiental de uno de los ríos más contaminado del país, el gobernador de esta provincia, Alcibíades Tavares, se adelanta a resaltar el empuje que, a su juicio, representan las empresas contaminantes al desarrollo provincial.“La zona industrial del Higuamo está generando ahora mismo alrededor de 3 mil empleos fijos.
Es decir, que hay un renacer aquí, en San Pedro de Macorís”, apunta el funcionario peledeísta. Al referirse a las consecuencias derivadas del grado de contaminación del Higuamo, lo minimiza diciendo que “el desarrollo industrial de muchas empresas ha mutilado un poco el río”.
El estado de descomposición de las orillas del Higuamo, la podredumbre del suelo de las casas y casuchas edificadas en su entorno y la muerte progresiva de peces y cangrejos, por las sustancias altamente tóxicas de las industrias, desmienten la postura conservadora de Tavares.El hedor, a veces insoportable, que recibe a quienes visitan a San Pedro de Macorís y demás provincias de la región Este, así como las enfermedades contraídas por los residentes cercanos a este río, contradicen también la percepción de Tavares de que el daño causado al Higuamo ha sido “poco”.
José Hazim Frappier, rector de la Universidad Central del Este (UCE) y presidente de la Fundación Unidos por San Pedro, se muestra más preocupado por el futuro del Higuamo. Hazim Frappier tiene una visión clara y acabada de los pasos requeridos para resolver la podredumbre del río.
Precisa que el instituto de investigación de la UCE tiene en carpeta un proyecto para trabajar en la descontaminación del río.Critica, asimismo, que se coloque la contribución de las empresas contaminantes a la economía de San Pedro por encima de la preservación del medio ambiente y el ecosistema de la región. “Se puede vivir sustentando empleos sin contaminar.
Lo que pasa es que hay que invertir en preservar el medio ambiente. Ahora, si no se invierte en preservar el medio ambiente, se producirán empleos y se destruirá el medio ambiente. ¿Resultado de eso?, que en algún tiempo no tendremos nada”.
El rector de la Universidad Central del Este considera que “hay que invertir y generar empleos, pero hay que preservar el medio ambiente”.
De igual manera, entiende que hay que tomar en cuenta el saneamiento del Higuamo, no sólo pensando en el bienestar de San Pedro de Macorís, sino también en el sector turismo.
Dicen industrias vierten agua con alto contenido calórico
La Unión de Juntas de Vecinos de San Pedro de Macorís, organización que agrupa 133 juntas de vecinos en igual número de sectores de la provincia de la región Este, ha elevado su voz de alerta sobre los resultados nocivos que devendrían para el desarrollo de este pueblo si las autoridades no aplican sin miramientos las normas que rigen el cuidado y protección de los activos ambientales de la zona.
La organización entiende que esas empresas son necesarias para motorizar la economía de la provincia, pero ajustándose a las normas ambientales.“Se da una situación en el río, que es bueno que el país lo sepa, es que hay empresas que, no obstante tener unas plantas de tratamiento que a veces no cumplen con las normativas, tienen de forma secreta tubos que desembocan en el medio del río, que son los que emiten las sustancias que realmente hacen daño”, revela Manuel Cruz, director del Comité de Medio Ambiente de la Unión de Junta de Vecinos de San Pedro de Macorís.Cruz añade que el grave problema de la mayoría de estas empresas es que utilizan el río como sistema de enfriamiento y que “sin ningún tipo de criterio” vierten de nuevo las aguas con alto contenido calórico.“Esto ha traído como consecuencia que muchas especies, tanto de plantas como de animales, han desaparecido”, sostiene el director del Comité de Medio Ambiente.
Un peligro para las playas
Un peligro para las playas
La preocupación por la suerte del río Higuamo va más lejos. Este afluente de 72.5 kilómetros de longitud baña toda la costa de San Pedro de Macorís hacia el oeste de esta provincia, que es hacia donde corren las aguas y donde están situados las playas y consorcios turísticos más importantes de la provincia, como Juan Dolio, Guayacanes y Villas del Mar. Hazim Frappier explica que la contaminación del río lo que hará es contaminar todos los corales que forman las vallas coralinas y permiten que esas playas permanezcan con sus arenas intactas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario