El Diputado Doctor Franklin Peña Felicito al pueblo de San Pedro de Macorís al conmemorarse este 10 de septiembre el 136 aniversario en que fue elevado a la categoría de Distrito Marítimo.
Un Distrito Marítimo, de acuerdo a la legislación vigente de esa época, (1882) era equivalente a provincia.
Esto sucedió durante la presidencia de Monseñor Fernando Arturo de Meriño
La Constitución del 9 de septiembre de 1907 eliminó la categoría de Distrito Marítimo y San Pedro de Macorís pasó a ser una de las provincias Dominicanas con dos comunes (municipios), San Pedro de Macorís común cabecera y San José de los Llanos.
En sus orígenes, San Pedro de Macorís fue una aldea de pescadores asentados en las orillas del río Macorís o Higuamo desde 1875. Su nombre original fue Mosquitisol.
En el año 1846, a petición de los pobladores el Consejo Conservador decidió declarar al lugar como Puesto Militar.
Para ese entonces, Macorís pertenecía a la provincia de El Seibo, estando está conformada por tres comunes.
El Seibo como municipio cabecera, Higüey y Samaná.
La primera autoridad que tuvo San Pedro de Macorís, fue Antonio Molano, quien fue nombrado alcalde pedáneo en el Soco.
Molano renunció por problemas de salud en 1851, y fue sustituido por Ignacio María Quírico.
Después del 1840, los habitantes se trasladaron de la margen occidental del Higuamo a la margen oriental, lugar en el cual nació una de las ciudades más productivas de la República Dominicana.
Desde su fundación ha sido una de las provincias que más ha aportado al país, en un sin número de renglones.
Ha sido el hogar de muchos poetas y peloteros, además de ser la provincia con más ingenios azucareros.
Ha aportado también en el turismo, con sus hermosos atractivos, sus playas, La catedral, su malecón, la cueva de las maravillas, además de ser la provincia donde se genera la mayor cantidad de electricidad del país.
Sin embargo, también es una de las más abandonadas, tanto por el gobierno central como por el gobierno local.
En esta importante fecha el Doctor Franklin Peña Motiva a no desmayar en la lucha por lograr los propósitos anhelados por todos, de tener lo que el pueblo merece en retribución a lo aportado y de seguir hasta volver a ser lo que un día fue, La Inolvidable Tacita de Oro.
Departamento de Relaciones Públicas y Comunicaciones F.P.
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