Por Pedriodista 23
El 11 de enero del 1948 hubiera sido un día más en el calendario perenne del tiempo si ese día no se hubieran aunados los ocasos y los misterios insondables de la vida para tatuar con horror, con sangre generosa y noble la consciencia de la nación dominicana, para dejar en nosotros impresos caracteres indelebles el golpe del dolor y la impotencia.
Sesenta y tres años se cumplen hoy del fatídico acontecimiento que rememoramos, han contado sobrevivientes de la época que era domingo, el cielo estaba tachonado de gris, y aunque llovía mucho para ese entonces en toda la zona, no había temor no hay domingo sin sol decían otros.
Pero la gente concurrió al viejo estadio de Barahona, el pueblo se volcó entusiasmado contento, al intercambio entre el equipo representativo de Santiago y la representación de Barahona fue un éxito rotundo los equipos escenificaron un duelo de titanes, un encuentro de gladiadores era la época del Béisbol Romántico y dividieron honores el equipo de Santiago perdió su invicto, Sergio Medrano (Paleta) maniobro desde el montículo y produjo una hazaña para la historia.
- No fue fácil dijo una vez pero lo conseguí apoyado por un buen equipo.
El juego quedo en la historia desde el principio, la camaradería, los aplausos y el entusiasmo de la fanaticada fue vibrante al grado de que horas después de terminado el encuentro deportivo la gente no se despedía del Pley y otra vez el deporte unió al Sur y al Norte y se levanto la República vigorosamente enlazada por una juventud pura como era de puro su entusiasmo dominicanista.Y fue así hasta que la muerte envidiosa, impía fraguo sus designios malvados y lo que no pudo hacer en la tierra al levemente lo hizo en el aire Treinta y Dos deportistas perecieron, el avión en que regresaban a sus casa se precipitó a tierra con gemidos de muerte en la zona de Río Verde, Yamaza.
El país se lleno de tristeza por los cuatros costados, en Barahona la gente lloro en las calles desconsolada como si cada quien llorará un dolor muy personal, era que los muertos no eran de Santiago, ¡No! Eran un patrimonio de la República Dominicana y me cuentan que hay aquí fanáticos de la época todavía, todos los once de enero, salen a observar el cielo como pretendiendo encontrar la respuesta de la tragedia de Río Verde.
¡Paz Eterna a todos los Caídos en la Tragedia de Río Verde del año 1948!
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