martes, 31 de octubre de 2023

Trabajadores llegan “gateando” a fin de mes porque el salario no da.


Para evitar llegar a fin de mes con las cuentas en “rojo”, son muchos los trabajadores formales que se han visto obligados a buscar un ingreso adicional o a mantenerse excesivamente limitados con sus gastos. Los más osados usan el financiamiento con tarjetas de créditos como su acompañante fiel.

La premisa surge de un pequeña muestra de trabajadores formales con edades de menos de 23 a 60 años que, según la mayoría, usan tarjetas de crédito para sus consumos habituales y ahora se han vuelto financistas de manera forzosa, porque los recursos o llegan al tope o simplemente “no dan”.

Solo unos pocos trabajadores, solteros y de un estrato social de ingresos medio o medio alto, que viven en casa de sus padres y con edades de hasta 30 años afirmaron que les queda “algo” como ahorro en sus estados de cuentas de débito por el salario devengado. Ese algo no pasa de RD$5,000.

La economía es la ciencia de la escasez y, como tal, los trabajadores formales que son los que reciben un ingreso fijo por medio de un empleador, se han visto obligados a manejarse con la escasez que se acrecentó con la pospandemia .

Una joven señora empleada durante más de 25 años, con un salario de RD$45,000 mensual en una gran empresa, aunque forma parte de una proporción mínima de los salarios “más o menos buenos” en el país, afirma que antes de la pandemia podía ver un sobrante de hasta RD$4,000 para el siguiente mes, lo que no pasa ya desde la pandemia.

Cuatro empleadas que devengan un salario neto mensual de RD$27,000 en una empresa grande, todas solteras, dicen que en sus cuentas bancarias le pueden quedar RD$500 a una, RD$3,000 y a las demás RD$4,000 o menos por mes, ya que viven con sus padres y no tienen hijos.

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